hoy abrí un paquete de leche en polvo. venía en un "sobre" (?) de "papel" plateado como ese papel nuevo de regalos que no es papel, como ese papel que no es papel sinó plástico que envuelve ahora desde chocolates a ...todo. Hice ese gesto automático que no sé explicar muy bien pero que todos sabemos, se tirá de ahí de esa especie de ...costura? y entonces como por arte de magia eso que estaba tan bien y herméticamente cerrado se abre prolijamente y el producto (los nutrientes como tan bien dice Podetti) se muestra a nuestros ojos, manos y papilas gustativas anque odoriferas. Hasta mis hijos de 3 (hoy ya 4) años saben perfectamente como abrir un paquete de chizitos, palitos, papitas o de lo que fuera, están hasta el cuello en el paradigma actual, les es natural. Ahora me acuerdo de la bronca que me dió cuando los alfajores capitan del espacio empezaron a venir ellos tambien ( et tu, Bruto) en ese envase lo que hacía caducar ese otro gesto que me acompañaba desde la infancia que consistía en doblar el papel con las migas del glaseado para comermelas en una lluvia final dentro de mi boca. Despues uno podía huevear con el papel asumiendo el desafío de separar el metal del papel propiamente dicho y con eso hacer una copita o diversos entretenimientos hasta que el metal se iba rasgando y no quedaba mas que una o más bolitas que terminaban en la basura o , en mi caso, en cualquier lado.
Ahora no nos queda mas que leer la interminable lista de calorías, avisos de los vestigios de elementos alergénicos (huevo mani) que pueden contener, el nombre del producto en distintos idiomas y (no me quiero ir sin decir lo que vine a decir) comprobar una vez más que ese plasti-papel no es opaco, que se puede ver a traves como a traves de un vidrio polarizado.
Pero hoy, en el momento en que abrí el paquete de leche en polvo me acordé de mi amigo damián que a finales de los ochenta entro como pasante en una famosa firma que elaboraba el papel celofán. esa empresa estaba dejando de fabricar el Celofán por varias razones: el Celofán era celulosa, o sea que era realmente papel a pesar de ser traslúcido y como tal tenía varias propiedades: se rasgaba, se quemaba, cuando salía demasiado grueso se desechaba y su fabricación como la del papel blanco era contaminante, no se podía reciclar. y tenía sabor: era dulce, uno apoyaba la lengua y la lengua se pegaba y un dulzor leve pero sensible nos inundaba.
Ese verano nos pasamos chupando diferentes packagins para ver si eran o no de celofán o si eran de su archienemigo el "trenel" el trenel era plástico salía de la nueva planta de esta empresa norteamericana radicada en berazategui ( si, esa) era (segun la descripción de mi amigo) una burbuja gigaaante que tomaba diferentes formas y se la hacía derritiendo unas bolitas de plastico blanco y blando que me mostró. ahora todo es trenel. lo que envuelve los paquetes de galletitas y los cigarrillos, no tiene sabor, no se pega a la lengua, no se quema :se derrite y se puede volver a fundir. calculo que se debe sacar del petróleo en vez de los árboles. pero no se rasga, entonces : Basta de la farsa de la tirita roja de la cual uno debe tirar Para qué? sabemos que no se va a rasgar el papel transparente , que nos quedaremos tristes con una tirita de plástico rojo en la mano y que despues tendremos que acometer la tarea de destrozar el paquete de plastico duriiisimo mientras al mismo tiempo rompemos dos o tres criollitas o arrugamos uno o dos puchos. no-se-ras-ga, olvídenlo. Ya los de Beldent entendieron y ahora el primer chicle se saca con un gesto elegante que rompe el troquelado y hace inutil toda la informacion impresa en el paquete ya que lo leemos despues y no antes de abrir el paquete. aprendamos lo efímero de los gestos, disfrutemos mientras duran, aprendamos nuevos gestos.
p.d. aguanten los alfajores cordobeses y los havanna que aun vienen "envueltos en papel"
